domingo, 29 de noviembre de 2009

LA PINTURA RUPESTRE DEL RIO YUTECOO

OAXACA, MEXICO


Ponencia presentada el 2 de Noviembre de 2009 en el XXIII VALCAMONICA SYMPOSIUM, celebrado del 28 de Octubre al 2 de Noviembre de 2009, en el CENTRO CAMUNO DI STUDI PREISTORICI (CCSP) en Capo di Ponte (Bs), Valcamónica, Región de Lombardía, Italia.


EL HOMBRE DURANTE EL PALEOLITICO EN MEXICO.
La etapa lítica en México abarca desde la aparición de los primeros seres humanos en nuestro país, en un período de 40,000 al 2,500 a. c., pasando por el holoceno, que inicia aproximadamente en el 10,000 a.c.
Se cree que el hombre pasó por el Estrecho de Bering, procedente de Asia para poblar el continente americano a lo largo de tres grandes migraciones: de 30,000 a 15,000, de 15,000 a 10,000 y de 9,000 a 6,000 a.c., pero restos humanos fechados en años anteriores, como en Chimalhuacan, México (33,000 a.c.), Monte Verde, Chile ( 33,000 a.c.) o Pedra Furada, Brasil (32000 a.c.), hacen que se tengan que reconsiderar los años asignados para estas migraciones. Otras propuestas plantean una migración premongoloide de mas de 30,000 años, basándose en estudios lingüísticos, genéticos, odontológicos, así como de ADN.
Es a partir de estas migraciones que se da una gran variedad de culturas en todo el continente y no a partir del llamado complejo Clovis, el cual se basaba en la cacería de grandes animales, sobre todo en Norteamérica.
En México los grupos Clovis convivieron con otros que explotaban recursos en ambientes geográficos diversos, lo mismo que en Centro y Sudamérica.
La etapa lítica en México, que se ubica dentro del pleistoceno, agrupa a las sociedades nómadas de recolectores cazadores y pescadores, así como a las primeras que domesticaron animales y plantas y establecen técnicas para su cultivo logrando que esto les permita establecerse en un lugar. La utilización de la cerámica por estas sociedades es el indicador del final de la etapa lítica.

LA FAUNA DEL PLEISTOCENO SUPERIOR EN MEXICO.
Entre las especies de gran tamaño que poblaron el norte de América para el Palolítico Superior se encuentran algunos animales que hoy ya se han extinguido, como bisontes, mamut, mastodonte, tigre dientes de sable, leones del pleistoceno, lobos pleistocénicos, borregos, alces, berrendos, camellos, llamas, perezosos terrestres gigantes, gliptodontes, mastodontes, gonfoterios, osos, venados, cebras, caballos, tapires, roedores.
Uno de los animales que tal vez se relaciona más con el hombre en este período es el mamut, ya que asociado a el se han encontrado algunos elementos producidos por el ser humano, lo cual habla de la utilización de su carne y tal vez su piel por el hombre, obtenidas a través de la cacería. Para el caso de Europa, se ha encontrado que además de consumir su carne, utilizaron sus huesos y sus colmillos en la construcción de viviendas.
En Santa Isabel Iztapan, D.F., se encontró un mamut con los huesos fuera de su posición anatómica, lo que indica que fue matado y destazado en el mismo lugar alrededor de 10,000 años a.c.; asociadas a el se encontraron tres puntas de proyectil.

LA ETAPA LITICA EN OAXACA.
Kent Flanery (1996) propone que los primeros habitantes de lo que hoy conocemos como Oaxaca, provenían de las áreas denominadas Zona de Vida Sonorense y Zona de vida Chihuahuense, zonas áridas ubicadas al norte de México, carentes de hielo durante la última glaciación, por donde se trasladaron los inmigrantes provenientes de Asia, y donde aprendieron a identificar plantas y animales útiles para su dieta y vida diaria. Fue que siguiéndolos para cazarlos, llegaron hacia el sur de México, estableciéndose primero en zonas con clima y geografía similares, como el Valle de Tehuacan, donde encontraron los mismos elementos que en las zonas mencionadas, para su subsistencia. Además de la subsistencia, estos seres humanos llevaron consigo la tecnología que habían desarrollado en esas zonas. Los animales que aún se encontraban al final de la Edad de Hielo Tardía, en el Valle de Tehuacan era el antílope americano, en el Valle de Oaxaca la tortuga terrestre de Texas.
Durante el Pleistoceno Tardío el hombre en esta parte del país, vivía de la caza de animales salvajes y la recolección de plantas silvestres. Carecía de herramientas de piedra afilada y recipientes para cocción. Utilizaba plantas como el agave, la yuca y el sotol, que preparaba en hornos de tierra. Entre sus herramientas de caza contaba con lanza y átlatl, sus dardos estaban rematados con puntas de calcedonia, toba, obsidiana o pedernal.
Entre los artefactos líticos encontrados y datados para este período se encuentran una punta del tipo Scottsbluff, localizada cerca de una cantera de calcedonia en una mesa al oeste de Mitla. Dicha cantera fue ocupada durante toda la prehistoria. En San Juan Guelavía, cerca de Tlacolula, se encontró en superficie una punta de flecha acanalada de 4.8 x 2.7 cm, hecha de calcedonia amarillenta, la cual fue adelgazada probablemente para ponerle mango, quitándole una larga y angosta laminilla de canal a lo largo de su eje longitudinal. Puntas similares se han encontrado en el sur de Estados Unidos, correspondientes al tipo Clovis y asociadas a cazadores de megafauna de esas regiones. Esta ha sido considerada por Marcus Winter (1997), como el artefacto mas antiguo descubierto hasta ahora en Oaxaca, lo cual atestigua la cacería de megafauna por paleoindios hace mas de 10,000 años.
En el año de 1953 José Luis Lorenzo visita Yanhuitlán, en la Mixteca Alta, para identificar los huesos de un animal de grandes proporciones que los deslaves por las lluvias habían dejado al descubieto. Identifica el esqueleto como perteneciente a un mamuthus, pero asociado a el se encontraba un molar de eqqus, lo que hablaba de una clara filiación pleistocénica.

EL LUGAR.
La Pintura Rupestre mencionada en este trabajo, se encuentra en una pared del río del Angelito, afluente del Río Yutecoo (Río Culebra), que se encuentra entre las coordenadas 17º16’latitud norte y 97º15’longitud oeste, de la carta topográfica 14D36, escala 1: 50000, del INEGI, del municipio de Jaltepec, el cual se ubica en el Distrito de Nochixtlán, en la región conocida como Mixteca Alta, en la parte occidental del Estado de Oaxaca.
La base de dicho río se encuentra a 1800msnm, 300m por debajo de las comunidades que se encuentran alrededor, observándose en dicha carta como una profunda depresión lo cual quiere decir que el agua lo ha ido erosionando a lo largo de los años.
El río Yutecoo presenta gran actividad erosiva, la cual lo ha definido como un río muy profundo, 300m+ en relación a los montes que lo rodean y desde los cuales se desciende a su cauce. Este proceso erosivo ha dejado a todo lo largo del mismo, paredes enormes que dejan ver los materiales que las forman. Algunas paredes son completamente verticales, van desde la base del río hasta su orilla superior, otras van sobrepuestas, como formando terrazas en dos o tres niveles. De estas, las más famosas son las que la gente del lugar conoce como “peñas” y entre ellas están la Peña Blanca, la Peña del Alacrán, la Peña del Gato y la Peña del Angelito. Hay que recalcar que todas ellas presentan pinturas rupestres relacionadas con el nombre que se les ha puesto, pero no son solo ellas, ya que dicho río está plagado de representaciones de animales en paredes más pequeñas y cuevas del mismo.

LA PINTURA DE LA PEÑA DEL ANGELITO.
La Peña del Angelito es una pared que mide aproximadamente 200m de alto por 300m de ancho; en su parte media superior y orientada hacia el sur, presenta algunas oquedades que parecen ser la entrada de 5 cuevas, tres de las cuales parecen haber formado parte de una gran cueva, ya que dan la impresión de ser la continuación de una serie de túneles o espacios internos. La parte superior de estas cuevas u oquedades, perece continuar de forma horizontal, en un breve espacio
y después se continúa hacia arriba en forma vertical, por lo que se deduce que si fue una enorme cueva, pero que los procesos erosivos que afectaron el área, terminaron por derrumbarla, dejando solamente la parte que hoy se puede ver y donde está la pintura que se menciona.
En dicha pared se pueden observar dos escenas distintas, elaboradas en pintura blanca. La escena superior muestra dos elementos: uno humano y otro animal. La figura humana se podría decir que es un personaje adulto, se encuentra de pie, con las piernas separadas, el torso ligeramente echado hacia atrás, un brazo estirado hacia al frente y el otro hacia atrás y hacia arriba, mostrando además el falo. Frente a este personaje, en el lado izquierdo se encuentran esculpidos sobre la roca tres rostros. En el lado derecho de la escena se observa lo que podría ser la representación de un animal que, o va huyendo, o no se ha dado cuenta de que lo van a atacar. Este animal parece ser la representación de un proboscidio (mamut o mastodonte) que vivió en esa zona durante el pleistoceno, es decir, hasta antes del 10,000 a.c. Por las características anatómicas que este animal presenta: probóscide, joroba, extremidades muy anchas, cola pequeña, sé puede inferir que es un proboscidio, no identificando de cual de ellos se trata, mastodonte o mamut, y menos a que especie pertenece.
La escena inferior representa lo que podría ser un eclipse solar. Dicha escena fue elaborada con dos elementos circulares, uno grande en blanco y otro mas pequeño, para el cual no se utilizó pintura, simplemente se dejó sin pintar, con lo que se quiso ejemplificar la falta de color o la sombra de un astro cuando se interpone sobre otro luminoso (ante la vista humana), es decir, la luna opacando al sol, para producir lo que ya mencionamos: un eclipse solar. En la parte inferior de esta escena se observa lo que sería la representación de un venado bicéfalo. Por si sola, la escena del eclipse, es mayor que la del cazador y el proboscidio.
Quizá no se trate específicamente de un eclipse y solo sea la representación de la luna en su fase menguante, o creciente, o solo la representación simbólica de la misma durante la noche, como se representa a dicho satélite en cualquier parte y cultura del mundo.
Esta escena pintada en dicha pared es la representación de lo que podría ser la petición de una buena cacería a las deidades dueñas de los animales. Las escenas de representación de cacería o de la vida cotidiana, no son comunes en el arte rupestre, y menos la cacería de un proboscidio, son pocas las que de ellas se conocen, incluso en Europa, donde solo para el Paleolítico Superior del levante español se han documentado ejemplos.(Aveleyra 2002).
Lo que si es mas común en el arte rupestre es la representación de algunos astros como el sol, la luna, estrellas, etc., solos o aislados, incluso asociados a otros elementos como animales, plantas o seres humanos.
Para el caso que nos ocupa, es importante mencionar que el tipo de fauna que ahí se representa, se extinguió hacia el paleolítico superior, durante el Pleistoceno, es decir, antes del 10,000 a.c. y que los seres humanos que elaboraron dicha pintura, tuvieron que ser los mismos que convivieron y se alimentaron de este tipo de animales, que los vieron y los cazaron, ya que de otra manera no pudieron haberlos representado en esta pared.
Los trazos con los que fueron elaborados dichos elementos no fueron hechos arbitrariamente. En el ser humano se utilizaron medidas a escala que a simple vista corresponderían a las proporciones anatómicas del cuerpo, lo mismo que en el proboscidio, el cual aparentemente es mas pequeño que el cazador, pero partiendo de la idea de que está mas lejos, es como el artista lo representa mas pequeño, logrando el efecto de la perspectiva, que para esta época es algo difícil de conceptualizar.
El astro luminoso fue representado mas grande que el resto de los elementos, quizá para resaltar su importancia o para ser el elemento principal de la escena, dando a entender que toda ella gira en torno a el. Pero quizá lo más importante de esta pintura es que para elaborarla se haya utilizado la presencia y la ausencia del color para lograr el efecto deseado, algo común en la prehistoria, sobre todo en la representación de algunos elementos anatómicos, como la representación de manos.
Su importancia en sí, radica en que se trata de la representación de una escena de la vida cotidiana de época muy pretérita y quizá única en nuestro país.
La información que esta pintura aporta es única, ya que la representación de la fauna pleistocénica en Mèxico y el continente americano es escasa, y esta puede ser un documento de valor incalculable para nuestra historia.

CONCLUSION.
Pienso que esta pintura es la representación de un ritual propiciatorio de buenos resultados en la cacería de mamuthus en un lugar en el que algún tiempo existió este animal, ya que las investigaciones realizadas por José Luis Lorenzo en un lugar perteneciente a la misma región geográfica, así lo comprueban. Tanto los restos de mamuthus como de eqqus y antílopes reportados por Flannery, se ubican en la misma región durante el Pleistoceno Superior.
La Punta Tipo Clovis encontrada en San Juan Guelavía, habla de la relación que el hombre pudo tener con este tipo de megafauna y la utilización que de ella hizo para su beneficio.
La Peña del Angelito, es un ideograma, que a su vez se revela como un documento de gran valor en su contenido, de un momento en el que hay poca información para la historia del hombre, al menos en México.

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Sigfried J. de Laet. La Prehistoire de L’ Europe. Bruxelles, Belgium. Editions Meddens. 1967. 212 pp.

Imágenes del Río Yutecoo.






La Fauna del Pleistoceno Superior en México.















Carta Topográfica 14D36 1:50000 con la ubicación
del Yutecoo.













El Río Yutecoo en las montañas de la Mixteca Alta
en Oaxaca.














Las Paredes formadas por el Río Yutecoo.









La peña Blanca.





La Peña del Gato.
















La Peña del Angelito.















El Angelito o Cazador, o tal vez un Shamán.

















El Proboscideo.

















El Ecipse Solar sobre un Venado Bicéfalo.