lunes, 7 de diciembre de 2009

EL ARTE RUPESTRE DE VALCAMONICA

ITALIA

Valcamónica es un valle alpino de sesenta kilómetros de largo, inicia en el lago Iseo, y penetra hacia el norte, hasta el desfiladero de Tonale, en el corazón de los Alpes. Hace más de 12,000 años, el valle, como gran parte de la zona alpina, estaba cubierto de hielo. Los romanos construyeron la Via Valeriana, que atravesaba el valle de sur a norte, se podía llegar a el en bote desde el sur, cruzando el lago, y desde el norte por dos puertos alpinos que están cubiertos de nieve gran parte del año. Al este y al oeste se elevan grandes montañas que hacen muy difícil el acceso. Valcamònica constituye un conjunto único de arte rupestre, con mas de 300,000 incisiones prehistóricas en roca arenisca, la mayor concentración de incisiones rupestres conocidas en el mundo, que conforman un auténtico documento informativo creado a lo largo de 10,000 años cuyos artistas contribuyeron a la formación de la civilización europea.
En diversos trabajos arqueológicos en Valcamónica, se han encontrado restos de aldeas, tumbas, antiguos cultivos en terrazas, viejas minas, y en los períodos más recientes también vestigios de calles y puentes. Pero lo que caracteriza arqueológicamente a Valcamónica es el arte rupestre. Las superficies grabadas se encuentran al aire libre y algunas de ellas tienen una extensión superior a los 50m2 y contienen más de mil figuras. Algunas rocas grabadas afloran en la superficie mientras que otras fueron descubiertas durante las excavaciones.
Historia de los hallazgos.
El primer estudio científico se realizó en 1909 cuando, en la revista Touring Club Italiano, se publica un artículo acerca de los “Massi di Cemmo” edito por Gualtiero Laeng. Se continúa con estudios sucesivos hasta la ocupación del Ahnenerbe Nazi en 1937. Posterior a esta situación, Emmanuel Anati retoma las investigaciones, fundando en 1964 el Centro Camuno di Studi Preistorici, gracias a cuyos trabajos de investigación, Valcamónica se convierte en el primer sitio italiano en ser nominado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1979. Después de una exposición realizada en Milán en 1982, Valcamónica fue visitada por más de 300,000 personas en menos de un año. Por lo que la exploración, catalogación y estudio de las rocas se extendieron progresivamente gracias a los campus arqueológicos que se tienen todos los años y que siguen descubriendo centenares de nuevos signos (200 solo en el 2007). Según estudios del Centro Camuno di Studi Preistorici, se supone que se han descubierto solo el 80% de las figuras existentes.

Períodos para el estudio de Valcamónica:

Epipaleolítico (estilo protocamúnico).
Las figuras más antiguas, de finales del Paleolítico, datan de 10,000 años aproximadamente y representan animales de grandes dimensiones, como ciervos y alces de estilo sub-naturalista. Son escasas en número se encuentran principalmente en el Parque arqueológico comunal de Luine situado en el término municipal de Darfo Boario Terme. Son parecidas a las de otras poblaciones de Europa mostrando estilos, conceptos y manifestaciones similares, lo que hace pensar que tuvieran vínculos y tradiciones comunes. Esa larga temporada viene comúnmente clasificada como estilo protocamúnico.
Neolítico (periodo Camuno I y II)
Las figuras de finales del Neolítico son más abundantes. Coinciden con la aparición de la agricultura (hacia la mitad del cuarto milenio a.c.), por lo que lo mas representado son campos cultivados.
Edad del Cobre (periodo Camuno III A)
Para la Edad del Cobre (tercer milenio a.c.), aparecen estatuas-estelas y composiciones monumentales: figuras humanas, puñales, escenas agrícolas, ciervos, de probable función ritual.
Edad del Bronce (periodo Camuno III B-C)
Las figuras de la Edad del Bronce antigua y media, generalmente representan armas. Hacia el final de la Edad del Bronce (mediados del segundo milenio a.c.) aparecen figuras humanas esquemáticas.
Edad del Hierro (periodo Camuno IV A-F).
En la Edad del Hierro (primer milenio a.c.), hay una explosión del arte rupestre: el 80% de las figuras catalogadas pertenece a este período. Aumenta el número de temas y aparecen por primera vez escenas de carácter narrativo: guerreros, duelos, caballeros, cazadores, púgiles, ciervos, perros, ojos, aves acuáticas, la rosa camuna, etc.

La llegada de los romanos, en el 16 a.c., marca el final de la civilización camuni, aunque se conocen algunos petroglifos que datan de la Edad Media, y en casos muy aislados, hasta el Siglo XIX.

Los Camunni:
La población de los Camunni se encuentra en la Edad de Hierro (I milenio a. C.) en Valcamónica; el nombre latino Camunni fue atribuido a ellos por los autores del primer siglo. También se les llama antigues Camuni y se encuentran entre los mayores productores de arte rupestre del mundo.
Su origen es oscuro, se encuentra en esta región, ya marcados por una tradición cultural milenaria, que data del neolítico temprano. Los Camunni (en griego antiguo de Estrabón Καμοῦνοι, Καμούννιοι por Dión Casio) son mencionados por las fuentes historiográficas clásicas del siglo I a. C., en el correspondiente a la Edad del Hierro en Valcamonica (desde el siglo XII a.c. hasta la romanización).
Fueron conquistados por Roma a principios de el siglo 1 d. C., e incorporados a las estructuras políticas y sociales del Imperio Romano, con un auto-governament (la Res Publica Camunnorum) y la ciudadanía romana desde la segunda mitad del siglo I, con un rápido proceso de latinización.
El Camunni en las fuentes clásicas
El historiador griego Estrabón (58 a.c.-25d.c.) menciona a los Camunni como parte de los pueblos réticos y los acerca a los Leponcios, que eran descendientes directos de los Celtas.
El historiador romano Plinio el Viejo (23-79 d. C.), citando Les Orígenes de Catón el Viejo (234-139 a. C.), habla en lugar de Camunni, como una de varias tribus Euganee:
Verso deinde in Italiam pectore Alpium Latini iuris Euganeae gentes, quarum oppida XXXIIII enumerat Cato. ex iis Trumplini, venalis cum agris suis populus, dein Camunni conpluresque similes finitimis adtributi municipis
Plinio el Viejo: Naturalis Historiae III.133-134.
Contactos con los etruscos y los celtas
Alrededor del siglo V antes de Cristo, los Etruscos, ya muy extendidos en el Valle del Po, tenía contactos con poblaciones de los Alpes. Huellas de la influencia de esta cultura persisten en el alfabeto camuno, lo que habla de más de 200 años de contacto, ya que es muy similar a los alfabetos etruscos del norte, y en el arte rupestre mismo.[ ]Alrededor del siglo III a. C., llegaron a Italia, los Celtas provenientes de la Galia transalpina, se establecen en la llanura del Po y entran en contacto con los camuni, de lo que nos da testimonio la presencia de figuras de deidades celtas conocidas como Cernunnos.
La conquista romana
Valcamonica se anexó a Roma durante las campañas de conquista por Augusto, de Retia y el Arco Alpino, realizadas por sus generales Druso y Tiberio (el futuro emperador), contra los pueblos de las montaña entre los años 16 y 15 antes de Cristo. Fue Publio Silio Nerva, gobernador de Iliria quien completó la conquista de los Alpes orientales, que procedió a la inclusión de los valles de Cemo y Lago de Garda incluyendo a Valcamónica y Vennoneti de Val Venosta. La conquista romana también es mencionado por el historiador romano griego Dion Casio (155-229 d. C.):
“..... y se celebra con el Trofeo de los Alpes (Tropaeum Alpium), monumento romano erigido entre el 7-6 a.c. en la ciudad francesa de La Turbie, en el cual se encuentran las inscripciones de los pueblos conquiatados en los Alpes: GENTES ALPINAE DEVICTAE TRVMPILINI-CAMVNNI-VENOSTES-“.
Trofeo de los Alpes, La Turbie.
Tras la conquista romana los Camunni son asignados a la ciudad más cercana, probablemente Brixia (hoy Brescia (Bs)) y se les impone el adtributio, pero se les permite mantener su propia constitución tribal y la ciudad se convierte en cabecera administrativa, judicial y fiscal. Inicialmente se les asignó la condición de peregrino, y después la ciudadanía romana; por la Dinastía Flavia se incorporaron a la tribu Quirina, aunque mantuvieron un gobierno propio, por lo que son mencionados como Res Publica Camunnorum.
La romanización procedía de Civitas Camunnorum (hoy Cividate Camuno), una ciudad fundada por los romanos alrededor del 23 a. C., durante el principado de Tiberio, a partir del primer siglo de nuestra era, los Camunni ya están incluidos en las estructuras de estabilidad política y social romana, como lo demuestran numerosos testimonios de los legionarios, los artesanos e incluso los gladiadores de orígenes camunis en varias zonas del Imperio Romano. Incluso la religión fue transformada a través del mecanismo de interpretatio romana, sincretizándola con la de los romanos.
Religión
Las tallas de piedra iban a tener un valor especial debido a los rituales de celebración, de conmemoración, de iniciación y propiciatorio. De la época romana es el santuario de Minerva en Spinera de Breno scoperto, decorado con mosaicos. El comienzo de la Edad Media coincide con la llegada a Valcamónica de la religión cristiana. Entre los siglos IV a V se da la destrucción de los antiguos lugares de culto, con la supresión de las estelas de Ossimo y Cemmo y la quema del Santuario de Minerva.
Idioma
Los testimonios de la lengua hablada por los Camunni son escasos y no descifrado: entre los dibujos de Valcamonica hay algunas inscripciones escritas en lengua camuni, que se pueden interpretar gracias a una variante norte del alfabeto etrusco. El conocimiento sobre los Camuni sigue siendo demasiado incierto para ser capaz de determinar si pertenece a una familia mas amplia de lenguas.

El Arte Rupetre de los Camunni
Los clanes de cazadores de la antigua Edad de Piedra, a lo largo de estos 10,000 años, se fueron transformando paulatinamente en tribus con actividades y estructuras cada vez más complejas. El arte rupestre nos narra la historia desde que se organiza en clanes de cazadores y llega a la zona alpina, hasta que el imperio romano transforma el destino de esas poblaciones ya formadas como camunos.
Durante el período protocamúnico el arte rupestre camúnico es muy parecido al de otras poblaciones europeas, tal vez porque tenían vínculos y tradiciones comunes entre si. El estilo subnaturalista del arte rupestre fué creado por clanes de cazadores seminómadas que se desplazaban por los valles y llanuras en busca de caza y que poco a poco fueron conociendo la cría de animales.
El arte Pelolítico europeo, que se realizaba por lo regular en el interior de grandes cuevas, dejó de crearse cuando se dan los grandes cambios climáticos que dan paso del Pleistoceno al Holoceno, entre 12,000 y 10,000 a.c. Posterior a este período, inicia el arte rupestre figurativo sobre rocas a la intemperie y en pequeñas grutas, entre otros lugares, en el norte de Italia. Es así como se ve que el arte Protocamúnico constituye un eslabón entre el arte rupestre paleolítico y el Postpaleolítico.
En Valcamónica no se han encontrado elementos de continuidad entre el estilo Subnaturalista Protocamúnico y los estilos de los periodos siguientes. Pero a partir del quinto milenio a.C., se puede seguir una evolución estilística que, partiendo de las composiciones profundamente simbólicas y herméticas de las primeras etapas, llegó a las escenas descriptivas y anecdóticas de los periodos posteriores.
Entre el Neolítico tardío y el comienzo de la Edad de Bronce (3200‑2500 a.C.) las influencias ideológico‑religiosas unificaron a algunas de las principales zonas rupestres de los Alpes: Valcamónica, Valtellina y el Alto Adigio, el Valés Suizo y el Valle de Aosta. Luego, a fines de la Edad de Bronce, hacia el año 1000 a.C., nuevas influencias culturales exteriores unieron las zonas de los Alpes centrales con la esfera de la cultura de los "Campos de Urnas" (civilización de la Europa central de fines del segundo milenio a. C.).
Durante el período protocamúnico el hombre representaba grandes animales, dibujando la línea de los contornos con una idea típica de cazador, hasta el momento en que toma conciencia de si mismo y valora lo que la naturaleza le ofrece. Para el Neolítico las figuras de animales desaparecen casi por completo y el hombre se convierte en el tema principal de su propia obra figurativa.
A principios del Calcolítico o Eneolítico, hacia el año 3300 a.c., hay tres elementos nuevos que de pronto aparecen juntos: la rueda, el carro y el trabajo en metal, así como los Menhires. Estos tres elementos llegaron a la zona alpina conjuntamente, tras una ola de influencias culturales indoeuropeas provenientes de los Balcanes.
Con la aparición del carro se abrieron nuevas posibilidades de desplazamiento para las personas y para las cosas; resultado de ello fue el desarrollo del comercio y una mayor libertad de movimiento, tanto por parte de las familias como de los clanes, e incluso de tribus enteras.
Con las nuevas tecnologías se modificaron las normas sociales y culturales: El que poseía instrumentos de metal era físicamente mas fuerte que el que no las tenía. El uso del metal produjo un comercio mas amplio y originó grandes cambios políticos, sociales y económicos. El que poseía una mina tenía que defenderla; para defenderla se necesitaban hombres y armas. El que comerciaba con el metal acumulaba bienes superiores a sus necesidades y en poco tiempo poseía no sólo una gran ventaja en fuerza física sino también en poderío económico. La propia sociedad se modificó porque la dimensión del clan ya no era suficiente para todas las actividades inherentes al trabajo del metal y a su comercio; hacía falta una sociedad más compleja.
Con los menhires se observa el advenimiento de una nueva religión, que se difunde desde el Caúcaso hasta las riberas del Atlántico, lo que implica una nueva estructura social y por tanto, un cambio en las relaciones humanas. La transmisión de la información acompañó a los carros y a los mercaderes. La acumulación de las riquezas condujo al deseo y a la búsqueda de lo superfluo. La necesidad de ponerse en contacto con otras poblaciones para desarrollar el comercio dio también una nueva dimensión a las relaciones sociales. La búsqueda del metal influyó asimismo en la exploración del territorio y en el conocimiento consciente de ciertos aspectos de la naturaleza, de la estructura del suelo y de la piedra, todo lo cual condujo a nuevas orientaciones del pensamiento. La "piedra" escondía materias preciosas y poseía poderes recónditos de los que el hombre, hasta ese momento, no se había dado cuenta. Un nuevo tipo de filosofía y una nueva ideología se desarrollan a partir de ese descubrimiento.
A fines del cuarto y durante el tercer milenio a.C. continúa la formación de un nuevo tipo de sociedad estratificada, y ello se refleja en el arte rupestre. En el arte camúnico la concepción de la composición varía en esa época. Anteriormente, los artistas rupestres no parecen haber dado demasiada
importancia al lugar exacto en que había que situar a las figuras aisladas en el interior del conjunto; pero, a partir de entonces, en las composiciones monumentales las series de armas, de símbolos y de animales están organizadas en fila, según un nuevo concepto del orden y del espacio, según un ordenamiento predeterminado por un nuevo tipo de disciplina y con un intento de utilización racional del espacio. Esta nueva manera de representar las cosas, de cubrir las superficies rocosas con figuras, muestra un cambio fundamental en la psicología de los hombres, en su forma de ver y de pensar.
Luego, en el segundo y en el primer milenio a.C., en la Edad de Bronce y de Hierro, continúa el surgimiento de las entidades políticas y el desarrollo de las sociedades tribales hasta la formación de naciones propiamente dichas. En el arte rupestre esta evolución se refleja a través del estilo y de la serie de temas representados en las diversas épocas.
Los cazadores del Epipaleolítico o Mesolítico tenían una estructura conceptual determinada por la caza y por los animales que eran cazados hasta entonces; no se han hallado escenas propiamente dichas de esa época, por lo tanto, tampoco escenas de caza. No hay más que el animal, a veces derribado por la lanza. La idea fija del hombre, del cazador, era el animal, el más grande, el más "hermoso".
Con los primeros agricultores, el tema fundamental deja de ser el animal y pasa a ser el hombre. Entre 5500 y 3200 a.c., se ve al hombre que ora junto al disco solar, al hacha u otro símbolo, una síntesis de relaciones existenciales entre Hombre y Verbo. Luego aparecen múltiples personajes antropomórficos y símbolos en una misma escena, se atenúa el sentido de lo esencial. Hay escenas de adoración al sol, otras de culto a los muertos, escenas de grupos humanos danzando o realizando otras actividades que parecen representar diversas acciones y diversas ideas dentro de un mismo contexto.
En la segunda parte del Neolítico, después del año 4000 a.C., se desarrollan conceptos de divinidades con aspecto antropomórfo. Hay rostros esquemáticos con grandes ojos; a fines del Neolítico, hacia el año 3300 a.C., aparecen divinidades de dos o más metros de altura, imágenes que nos permiten apreciar un desarrollo mental de nuestra forma de ver, de pensar y de concebir las cosas. Para el Neolítico nos damos cuenta que es el hombre el que crea a dios a su imagen y semejanza, posteriormente se verá que, como en el caso de la Biblia, es dios el que crea al hombre a su imagen y semejanza. La exaltación del hombre creó al Superhombre, al gran espíritu, a la Divinidad de aspecto Antropomorfo.
Durante el Eneolítico cambia la estructura social y económica, cambian también los intereses intelectuales. En el Mesolítico el hombre es recolector de alimentos, para el Neolítico es productor de alimentos; durante el Eneolítico y más tarde en la Edad de Bronce y de Hierro, la producción y la recolección de alimentos es cada vez menos importante en las actividades remunerativas, mientras que la supremacía económica pasa cada vez más a manos de artesanos y comerciantes. Los intereses económicos se modifican, los bienes suntuosos y superfluos cobran más importancia y se convierten en símbolos del éxito y de posición social. La exaltación del producto conduce al culto de los objetos, a la glorificación de lo que el hombre ha creado con sus propias manos.
Cada vez se representan con mayor frecuencia armas y objetos de metal, a los que se atribuyen poderes sobrenaturales. Los atributos de dioses o antepasados mitológicos en los menhires y en las composiciones monumentales, puñales, hachas, pectorales, colgantes y cinturones, no solo se convierten en símbolos de poder y de prestigio, en la ideología adquieren una autonomía como poderes sobrenaturales. De creador, el hombre pasa a ser súbdito, pasa a depender de esos objetos de lujo, de esos productos que él mismo ha creado.
En la Edad de Bronce tardía la sociedad era polivalente; el jefe era un padre superior respecto a la nobleza naciente, a los guerreros, a los comerciantes y artesanos, gracias a cuyo poder económico y militar y a cuyas relaciones internacionales lograba dirigir los destinos de la tribu y acrecentar su propio poder.
Las figuras de superhombres grabadas durante esa época en la roca por los artistas camunos parecen tener muchos elementos en común con la mitología griega y con la germánica: el hombre crea a dios a su imagen y semejanza, concentrando en el sus aspiraciones, sublimando en ella las causas de sus frustraciones.

Hasta este momento no se conoce ningún otro ciclo de relatos rupestres, en Europa y tal vez en el mundo entero, que tenga una duración tan larga y una serie tan amplia de horizontes culturales y cuyas etapas culturales puedan seguirse con tanta claridad.

...A la memoria de los organizadores y ponentes del XXIII Valcamónica Symposium, cuya amistad cimentó fuertes raíces y lazos de unión para el futuro. A todos ustes ¡GRACIAS!

Imágenes y recuerdos de Valcamónica, Italia.



Los Alpes Italianos y el Lago Iseo, desde el
bello pueblo de Sulzano, donde inicia Valcamónica.














"Cartina de la Septentrional Italia en tiempo
Augustea donde se indica el pueblo de Camunni"















Iglesia románica en los Alpes,dedicada a San Ciro.
Capo di Ponte.















El Castillo de Cimbergo y Valcamónica.














En Campanine de Cimbergo.


















El Hotel Grafiti y el Monte Concarena.














Cuadrúpedo en Paspardo.
















Cernunnos en Naquane.
















Roca con Flechas en Massi di Cemmo.














Cazadores y agricultores en Seradina e Bedolina.













Gigante en Campanine Alta.
















Con el Guerrero Gigante de Dos Sottoloiaolo.




















Sacerdote Emplumado en Naquane.





















Elefante en Ceto.
















Flor Camunni y Guerrero en Nadro.

















Gladiadores en Nadro.
















Símbolos cristianos en Campanine Alta.
















Crúz de Salomón en Campanine Alta.















Casas en Campanine Alta.















Con el Doctor Emmanuel Anatti, fundador del
Centro Camuni di Studi Preistorici, en su casa en
Capo di Ponte.














domingo, 29 de noviembre de 2009

LA PINTURA RUPESTRE DEL RIO YUTECOO

OAXACA, MEXICO


Ponencia presentada el 2 de Noviembre de 2009 en el XXIII VALCAMONICA SYMPOSIUM, celebrado del 28 de Octubre al 2 de Noviembre de 2009, en el CENTRO CAMUNO DI STUDI PREISTORICI (CCSP) en Capo di Ponte (Bs), Valcamónica, Región de Lombardía, Italia.


EL HOMBRE DURANTE EL PALEOLITICO EN MEXICO.
La etapa lítica en México abarca desde la aparición de los primeros seres humanos en nuestro país, en un período de 40,000 al 2,500 a. c., pasando por el holoceno, que inicia aproximadamente en el 10,000 a.c.
Se cree que el hombre pasó por el Estrecho de Bering, procedente de Asia para poblar el continente americano a lo largo de tres grandes migraciones: de 30,000 a 15,000, de 15,000 a 10,000 y de 9,000 a 6,000 a.c., pero restos humanos fechados en años anteriores, como en Chimalhuacan, México (33,000 a.c.), Monte Verde, Chile ( 33,000 a.c.) o Pedra Furada, Brasil (32000 a.c.), hacen que se tengan que reconsiderar los años asignados para estas migraciones. Otras propuestas plantean una migración premongoloide de mas de 30,000 años, basándose en estudios lingüísticos, genéticos, odontológicos, así como de ADN.
Es a partir de estas migraciones que se da una gran variedad de culturas en todo el continente y no a partir del llamado complejo Clovis, el cual se basaba en la cacería de grandes animales, sobre todo en Norteamérica.
En México los grupos Clovis convivieron con otros que explotaban recursos en ambientes geográficos diversos, lo mismo que en Centro y Sudamérica.
La etapa lítica en México, que se ubica dentro del pleistoceno, agrupa a las sociedades nómadas de recolectores cazadores y pescadores, así como a las primeras que domesticaron animales y plantas y establecen técnicas para su cultivo logrando que esto les permita establecerse en un lugar. La utilización de la cerámica por estas sociedades es el indicador del final de la etapa lítica.

LA FAUNA DEL PLEISTOCENO SUPERIOR EN MEXICO.
Entre las especies de gran tamaño que poblaron el norte de América para el Palolítico Superior se encuentran algunos animales que hoy ya se han extinguido, como bisontes, mamut, mastodonte, tigre dientes de sable, leones del pleistoceno, lobos pleistocénicos, borregos, alces, berrendos, camellos, llamas, perezosos terrestres gigantes, gliptodontes, mastodontes, gonfoterios, osos, venados, cebras, caballos, tapires, roedores.
Uno de los animales que tal vez se relaciona más con el hombre en este período es el mamut, ya que asociado a el se han encontrado algunos elementos producidos por el ser humano, lo cual habla de la utilización de su carne y tal vez su piel por el hombre, obtenidas a través de la cacería. Para el caso de Europa, se ha encontrado que además de consumir su carne, utilizaron sus huesos y sus colmillos en la construcción de viviendas.
En Santa Isabel Iztapan, D.F., se encontró un mamut con los huesos fuera de su posición anatómica, lo que indica que fue matado y destazado en el mismo lugar alrededor de 10,000 años a.c.; asociadas a el se encontraron tres puntas de proyectil.

LA ETAPA LITICA EN OAXACA.
Kent Flanery (1996) propone que los primeros habitantes de lo que hoy conocemos como Oaxaca, provenían de las áreas denominadas Zona de Vida Sonorense y Zona de vida Chihuahuense, zonas áridas ubicadas al norte de México, carentes de hielo durante la última glaciación, por donde se trasladaron los inmigrantes provenientes de Asia, y donde aprendieron a identificar plantas y animales útiles para su dieta y vida diaria. Fue que siguiéndolos para cazarlos, llegaron hacia el sur de México, estableciéndose primero en zonas con clima y geografía similares, como el Valle de Tehuacan, donde encontraron los mismos elementos que en las zonas mencionadas, para su subsistencia. Además de la subsistencia, estos seres humanos llevaron consigo la tecnología que habían desarrollado en esas zonas. Los animales que aún se encontraban al final de la Edad de Hielo Tardía, en el Valle de Tehuacan era el antílope americano, en el Valle de Oaxaca la tortuga terrestre de Texas.
Durante el Pleistoceno Tardío el hombre en esta parte del país, vivía de la caza de animales salvajes y la recolección de plantas silvestres. Carecía de herramientas de piedra afilada y recipientes para cocción. Utilizaba plantas como el agave, la yuca y el sotol, que preparaba en hornos de tierra. Entre sus herramientas de caza contaba con lanza y átlatl, sus dardos estaban rematados con puntas de calcedonia, toba, obsidiana o pedernal.
Entre los artefactos líticos encontrados y datados para este período se encuentran una punta del tipo Scottsbluff, localizada cerca de una cantera de calcedonia en una mesa al oeste de Mitla. Dicha cantera fue ocupada durante toda la prehistoria. En San Juan Guelavía, cerca de Tlacolula, se encontró en superficie una punta de flecha acanalada de 4.8 x 2.7 cm, hecha de calcedonia amarillenta, la cual fue adelgazada probablemente para ponerle mango, quitándole una larga y angosta laminilla de canal a lo largo de su eje longitudinal. Puntas similares se han encontrado en el sur de Estados Unidos, correspondientes al tipo Clovis y asociadas a cazadores de megafauna de esas regiones. Esta ha sido considerada por Marcus Winter (1997), como el artefacto mas antiguo descubierto hasta ahora en Oaxaca, lo cual atestigua la cacería de megafauna por paleoindios hace mas de 10,000 años.
En el año de 1953 José Luis Lorenzo visita Yanhuitlán, en la Mixteca Alta, para identificar los huesos de un animal de grandes proporciones que los deslaves por las lluvias habían dejado al descubieto. Identifica el esqueleto como perteneciente a un mamuthus, pero asociado a el se encontraba un molar de eqqus, lo que hablaba de una clara filiación pleistocénica.

EL LUGAR.
La Pintura Rupestre mencionada en este trabajo, se encuentra en una pared del río del Angelito, afluente del Río Yutecoo (Río Culebra), que se encuentra entre las coordenadas 17º16’latitud norte y 97º15’longitud oeste, de la carta topográfica 14D36, escala 1: 50000, del INEGI, del municipio de Jaltepec, el cual se ubica en el Distrito de Nochixtlán, en la región conocida como Mixteca Alta, en la parte occidental del Estado de Oaxaca.
La base de dicho río se encuentra a 1800msnm, 300m por debajo de las comunidades que se encuentran alrededor, observándose en dicha carta como una profunda depresión lo cual quiere decir que el agua lo ha ido erosionando a lo largo de los años.
El río Yutecoo presenta gran actividad erosiva, la cual lo ha definido como un río muy profundo, 300m+ en relación a los montes que lo rodean y desde los cuales se desciende a su cauce. Este proceso erosivo ha dejado a todo lo largo del mismo, paredes enormes que dejan ver los materiales que las forman. Algunas paredes son completamente verticales, van desde la base del río hasta su orilla superior, otras van sobrepuestas, como formando terrazas en dos o tres niveles. De estas, las más famosas son las que la gente del lugar conoce como “peñas” y entre ellas están la Peña Blanca, la Peña del Alacrán, la Peña del Gato y la Peña del Angelito. Hay que recalcar que todas ellas presentan pinturas rupestres relacionadas con el nombre que se les ha puesto, pero no son solo ellas, ya que dicho río está plagado de representaciones de animales en paredes más pequeñas y cuevas del mismo.

LA PINTURA DE LA PEÑA DEL ANGELITO.
La Peña del Angelito es una pared que mide aproximadamente 200m de alto por 300m de ancho; en su parte media superior y orientada hacia el sur, presenta algunas oquedades que parecen ser la entrada de 5 cuevas, tres de las cuales parecen haber formado parte de una gran cueva, ya que dan la impresión de ser la continuación de una serie de túneles o espacios internos. La parte superior de estas cuevas u oquedades, perece continuar de forma horizontal, en un breve espacio
y después se continúa hacia arriba en forma vertical, por lo que se deduce que si fue una enorme cueva, pero que los procesos erosivos que afectaron el área, terminaron por derrumbarla, dejando solamente la parte que hoy se puede ver y donde está la pintura que se menciona.
En dicha pared se pueden observar dos escenas distintas, elaboradas en pintura blanca. La escena superior muestra dos elementos: uno humano y otro animal. La figura humana se podría decir que es un personaje adulto, se encuentra de pie, con las piernas separadas, el torso ligeramente echado hacia atrás, un brazo estirado hacia al frente y el otro hacia atrás y hacia arriba, mostrando además el falo. Frente a este personaje, en el lado izquierdo se encuentran esculpidos sobre la roca tres rostros. En el lado derecho de la escena se observa lo que podría ser la representación de un animal que, o va huyendo, o no se ha dado cuenta de que lo van a atacar. Este animal parece ser la representación de un proboscidio (mamut o mastodonte) que vivió en esa zona durante el pleistoceno, es decir, hasta antes del 10,000 a.c. Por las características anatómicas que este animal presenta: probóscide, joroba, extremidades muy anchas, cola pequeña, sé puede inferir que es un proboscidio, no identificando de cual de ellos se trata, mastodonte o mamut, y menos a que especie pertenece.
La escena inferior representa lo que podría ser un eclipse solar. Dicha escena fue elaborada con dos elementos circulares, uno grande en blanco y otro mas pequeño, para el cual no se utilizó pintura, simplemente se dejó sin pintar, con lo que se quiso ejemplificar la falta de color o la sombra de un astro cuando se interpone sobre otro luminoso (ante la vista humana), es decir, la luna opacando al sol, para producir lo que ya mencionamos: un eclipse solar. En la parte inferior de esta escena se observa lo que sería la representación de un venado bicéfalo. Por si sola, la escena del eclipse, es mayor que la del cazador y el proboscidio.
Quizá no se trate específicamente de un eclipse y solo sea la representación de la luna en su fase menguante, o creciente, o solo la representación simbólica de la misma durante la noche, como se representa a dicho satélite en cualquier parte y cultura del mundo.
Esta escena pintada en dicha pared es la representación de lo que podría ser la petición de una buena cacería a las deidades dueñas de los animales. Las escenas de representación de cacería o de la vida cotidiana, no son comunes en el arte rupestre, y menos la cacería de un proboscidio, son pocas las que de ellas se conocen, incluso en Europa, donde solo para el Paleolítico Superior del levante español se han documentado ejemplos.(Aveleyra 2002).
Lo que si es mas común en el arte rupestre es la representación de algunos astros como el sol, la luna, estrellas, etc., solos o aislados, incluso asociados a otros elementos como animales, plantas o seres humanos.
Para el caso que nos ocupa, es importante mencionar que el tipo de fauna que ahí se representa, se extinguió hacia el paleolítico superior, durante el Pleistoceno, es decir, antes del 10,000 a.c. y que los seres humanos que elaboraron dicha pintura, tuvieron que ser los mismos que convivieron y se alimentaron de este tipo de animales, que los vieron y los cazaron, ya que de otra manera no pudieron haberlos representado en esta pared.
Los trazos con los que fueron elaborados dichos elementos no fueron hechos arbitrariamente. En el ser humano se utilizaron medidas a escala que a simple vista corresponderían a las proporciones anatómicas del cuerpo, lo mismo que en el proboscidio, el cual aparentemente es mas pequeño que el cazador, pero partiendo de la idea de que está mas lejos, es como el artista lo representa mas pequeño, logrando el efecto de la perspectiva, que para esta época es algo difícil de conceptualizar.
El astro luminoso fue representado mas grande que el resto de los elementos, quizá para resaltar su importancia o para ser el elemento principal de la escena, dando a entender que toda ella gira en torno a el. Pero quizá lo más importante de esta pintura es que para elaborarla se haya utilizado la presencia y la ausencia del color para lograr el efecto deseado, algo común en la prehistoria, sobre todo en la representación de algunos elementos anatómicos, como la representación de manos.
Su importancia en sí, radica en que se trata de la representación de una escena de la vida cotidiana de época muy pretérita y quizá única en nuestro país.
La información que esta pintura aporta es única, ya que la representación de la fauna pleistocénica en Mèxico y el continente americano es escasa, y esta puede ser un documento de valor incalculable para nuestra historia.

CONCLUSION.
Pienso que esta pintura es la representación de un ritual propiciatorio de buenos resultados en la cacería de mamuthus en un lugar en el que algún tiempo existió este animal, ya que las investigaciones realizadas por José Luis Lorenzo en un lugar perteneciente a la misma región geográfica, así lo comprueban. Tanto los restos de mamuthus como de eqqus y antílopes reportados por Flannery, se ubican en la misma región durante el Pleistoceno Superior.
La Punta Tipo Clovis encontrada en San Juan Guelavía, habla de la relación que el hombre pudo tener con este tipo de megafauna y la utilización que de ella hizo para su beneficio.
La Peña del Angelito, es un ideograma, que a su vez se revela como un documento de gran valor en su contenido, de un momento en el que hay poca información para la historia del hombre, al menos en México.

BIBLIOGRAFIA:
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Imágenes del Río Yutecoo.






La Fauna del Pleistoceno Superior en México.















Carta Topográfica 14D36 1:50000 con la ubicación
del Yutecoo.













El Río Yutecoo en las montañas de la Mixteca Alta
en Oaxaca.














Las Paredes formadas por el Río Yutecoo.









La peña Blanca.





La Peña del Gato.
















La Peña del Angelito.















El Angelito o Cazador, o tal vez un Shamán.

















El Proboscideo.

















El Ecipse Solar sobre un Venado Bicéfalo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

EL MACEHUAL Y LA MALINCHE

DOS PETROGRABADOS AL SUR DE
LA CUENCA DE MEXICO

Cuando se habla de relieves o petrograbados, muchas veces el enfoque es hacia la prehistoria, lo que ha sucedido con el tema de las piezas que hoy tocamos y con muchas otras de la misma área cultural.
Lo que se pretende con estos elementos es hacer una descripción del contexto en el que se encuentran y los rasgos que las caracterizan, así como el aspecto social en el que se han visto envueltas.

Contexto.
Al sur de la Cuenca de México, en el Distrito Federal, se encuentra la delegación de Xochimilco, dividida en pueblos que aún conservan muchas de sus tradiciones de origen prehispánico y el valor por la herencia de esa época. Texcolli forma parte del macizo montañoso conocido como Sierra de Chichinautzin, que a su vez es continuación de la sierra del Ajusco.
Al final de la sierra de Texcolli, se encuentra el cerro Xilotèpetl, al piè del cual, está el pueblo de San Gregorio Atlapulco y la zona chinampera del lago de Xochimilco. Es en este cerro donde se encuentran las dos piedras en que están grabados los personajes de los que vamos a hablar y que la gente del pueblo mencionado conoce como “El Macehual” y “La Malinche”.
Las piedras mencionadas se encuentran casi en la cima del cerro y miden aproximadamente 3m de altura x 1.80m en su parte mas ancha, se encuentran a nivel del suelo, a la orilla del camino que conduce a la cima del cerro mencionado. La piedra del “Macehual” está aproximadamente 5 metros mas arriba de la piedra de la “Malinche” y es mas grande que esta.

Descripción de las dos piedras.

El Macehual
La piedra del Macehual representa a un personaje de aproximadamente 2m de alto, está ataviado con un atuendo, o lo que podríamos llamar traje de cuerpo entero, que le cubre desde los pies hasta la cabeza; es decir, casi todo el cuerpo, a excepción de las manos las cuales son visibles y desde las muñecas caen las manos del atuendo que porta nuestro personaje. Este atuendo quizá pueda ser la piel de una persona ofrecida en sacrificio a Xipe –Tòtec (Nuestro Señor Desollado), dios de la primavera, al cual a la llegada de la primera se le ofrecían sacrificios por desollamiento, es decir a la víctima se le quitaba la piel cuando aún estando viva y el sacerdote se vestía con ella, posteriormente se le extraía el corazón y era ofrecido al mismo dios.
En la mano derecha lleva una lanza que de alto mide casi lo mismo que el personaje y que en la punta está adornada con plumas y cintas, por lo que en vez de lanza podría tratarse de un cetro largo o bastón de mando, similar a los que hoy en día se siguen usando en muchas comunidades indígenas de México y Guatemala.
En la mano izquierda, a la altura del antebrazo lleva un escudo o “Chimalli”, el cual no tiene ningún tipo de adorno o de insignia, es decir, que hable del rango del personaje.
Saliendo del Chimalli, o quizá montada sobre la espalda, se ve una bandera o “Pantli”, cuyo mástil o asta termina en un fleco de plumas.
Se observa que el personaje lleva orejeras largas, es decir, muy elaboradas, quizás de jade o algún metal precioso, de acuerdo al rango que ocupa.
El corte de pelo es corto, de tipo militar y sobre la cabeza lleva un penacho de plumas cortas, sobre lo que podría ser un “Copilli”, pero que por el deterioro causado por la erosión, ya no se alcanza a ver bien.
A la altura del pecho lleva una pequeña oquedad.
El personaje tiene la pierna derecha flexionada, mientras que la izquierda lleva el pie hacia fuera, como si estuviera ejecutando una danza o un movimiento ritual.
El grabado de la piedra está orientado hacia la salida del sol, es decir, hacia el oriente.

La Malinche
La piedra de la Malinche tiene grabada la escultura de una mujer de mediana edad en posición de cuclillas, que junta sus manos y las coloca sobre la parte izquierda del vientre.
Como atuendo lleva un Cuèyitl o falda de enredo, similar a los que hoy en día siguen utilizando las mujeres de edad del lugar, pero no se nota si lo sostiene con una faja o con la misma tela del cuèyitl.
Lleva el pecho desnudo y se observa, aunque muy erosionadas, turgencia en sus mamas, lo que indica que tal vez se trate de una mujer que está amamantando.
En su rostro, que se encuentra muy erosionado, se observan ojos abiertos y con algo presente en las mejillas, que pueden ser lágrimas o quizás algún elemento decorativo. La boca está muy erosionada, pero se observa lo que podría ser una máscara bucal descarnada, ya que aparentemente está mostrando los dientes. En las orejas lleva orejeras redondas muy grandes, las cuales pueden ser de barro o madera, ya que de acuerdo al tipo de atuendo, se deduce que es una mujer humilde. La cabeza ya está muy deteriorada y no se observa nacimiento de cabello, pero por la parte de atrás de la misma, se ve lo que podría ser el cabello sin trenzar.
El Macehual está tallado en relieve plano y alrededor de el se ven líneas hechas tal vez con cincel, así como algunos orificios, hechos quizá para desprenderlo del resto de la base de piedra. La Malinche está realizada en tallado tipo escultura, la cual quedó inconclusa y al ser movida de su lugar original, quedó volteada con la cabeza hacia abajo; también se observan rastros de trabajo con intentos de separarla del resto de la piedra.
Al pié de los grabados o esculturas en mención, se encuentra un altar monolítico, es decir tallado en la roca madre, con una oquedad en el centro, quizás para depositar las ofrendas realizadas a las deidades que estos dos personajes representaban y en una fecha determinada.

Conclusiones.
Por los elementos que estos dos grabados representan y comparándolos con imágenes representadas en códices, pinturas y otras esculturas de orígen prehispánico y colonial, del Altiplano Central Mexicano y otras áreas culturales de Mesoamèrica, se puede inferir que la escultura conocida como “El Macehual”, representa a un sacerdote del culto al dios Xipe-Tòtec, pero que muestra elementos que en otras representaciones no tiene, como el caso del Pantli y el Chimalli, así como las orejeras y el tocado, que junto con el cetro, nos hablaría de personaje de un alto rango, incluso militar, que acudiría al lugar solo en el momento en que se realizaban los sacrificios a esta deidad.
La escultura de “La Malinche”, por sus elementos, quizá represente a una Cihuateteo o mujer muerta en el parto que ha sido deificada. Los habitantes del lugar dicen que tal vez representa a Coatlicue, la Madre Tierra, pero por la posición en cuclillas, la máscara bucal descarnada y las posibles làgrimas en sus ojos, que denotan tristeza, es mas factible compararla con las mujeres que mueren en el parto que con Coatlicue, la cual además siempre se representa de pie. Recordando que Cihuacóatl era la deidad principal de los xochimilcas, puede ser que esta escultura represente a esa deidad.
De suma importancia es que la escultura de La Malinche, que se encuentra boca abajo y sin terminar, indique que el pueblo con su deidad hayan sido derrotados por otro pueblo invasor que les impuso como deidad principal a Xipe-Tótec y que su escultura haya sido colocada por encima de aquella para recordarle al vencido quien es el vencedor. Tal vez el vencedor haya sido el pueblo tenochca, ya que hoy día los habitantes de San Gregorio Atlapulco dicen no ser xochimilcas y si descendientes de los mexicas.

Bibliografía

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El Pueblo del Sol
Fondo de Cultura económica
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-Chapa, Sostenes N.
1957
San Gregorio Atlapulco
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Instituo de Investigaciones Dr. José Maía Luís Mora
México.

-Sahagún, Fray Bernardino de
1997
Historia General de las Cosas de la Nueva España
Editorial Porrúa
México

Ponencia a presentarse en el X Coloquio Internacional de Arte Rupestre en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) el 4 de septiembre de 2009.

Xipe-Tótec, la tierra se viste de una nueva piel...




Imágen de El Macehual, en el cerro Xilotépetl.
Posible representación de Xipe-Tótec, Nuestro Señor Desollado.
San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, D. F.






















Imágen de un joven con el atavío de Xipe-Tótec, listo para el sacrificio.
Códice Florentino.





















Sacrificio Gladiatorio en honor de Xipe-Tótec durante el Tlacaxipehualiztli.
Códice Durán.

















Xipe-Tótec, Nuestro Señor Desollado.
Códice Borgia.


















Un joven subía al templo tocando sus flautas, las cuales iba rompiendo al subir por las escalinatas antes de ser sacrificado en honor de Xipe-Tótec durante el Tlacaxipehualiztli.
Códice Florentino.

CIHUACOATL, Mujer serpiente, Mujer Diosa.



La Malinche.
Escultura volteada hacia abajo en el cerro Xilotépetl en San Gregorio Atlapulco,
Xochimilco, D. F.












La Diosa Cihuacóatl y su templo en Xochimilco.
Códice Durán.















Cihuacóatl, mujer serpiente.
Códice Florentino.






















1 Mono 1 Venado.
Días sagrados en que las Mujeres Diosas
bajan a la tierra.















Ante la Diosa Cihuacóatl.

martes, 1 de septiembre de 2009

CIHUATAN

Antigua Ciudad Pipil
en El Salvador

Mi cuate Guillermo Chocano (arqueólogo guatemalteco) y yo decidimos tomarnos unos días de descanso después de una jornada larga de trabajo en un proyecto arqueológico a orillas del Lago de Atitlán en Guatemala y partimos hacia El Salvador, a visitar a algunos de nuestros amigos que viven ahí. Estamos en El Salvador, específicamente en Santa Tecla, quizá la ciudad más aristocrática en tiempos pasados en el centro de esta pequeña república. Después de una noche de parranda en “La Rayuela”, mi amigo Raúl Menjívar, arqueólogo e historiador, quien nos recibe en su casa cada que vamos de visita a su país, propone ir a visitar la antigua ciudad prehispánica de Cihuatán, al norte de San Salvador. Es muy temprano aún, pero tomamos el autobús hacia Aguileras, cerca de uno de los mercados principales de la ciudad y me sorprende lo que veo: un gran desfile de vendedores ambulantes subiéndose al camión para ofrecer sus variados productos: desde dulces y frutas tropicales, hasta refrescos enlatados y ropa, toda una romería que ensordece por el escándalo de la oferta y la demanda. El camino es ameno por la belleza del paisaje y no dejamos de lamentar que nuestra querida amiga Marielba (la Adelantada de Soyapango, como cariñosamente le digo yo) por causas de trabajo, no haya podido acompañarnos. Ya en el sitio arqueológico Raúl me advierte que no me vaya a reír, pero que Cihuatán fué utilizado en determinado momento del siglo XX para fomentar el nacionalismo entre los salvadoreños, por lo que se empezó a bombardearlos con ideas como el hecho de que ahí había palacios mas grandes que los de Oaxaca o Teotihuacán, e incluso que la pirámide principal era mas grande que las de México, ante lo cual no puedo evitar reírme un poco, pero el me vuelve a recalcar el por que de estas afirmaciones. Después de esta aclaración iniciamos el recorrido con una amplia información por parte de Raúl sobre la historia y los trabajos realizados en el sitio.
Me dice que fué en el año de 1878 que el viajero alemán-norteamericano Simeon Habel describe en su viaje una antigua ciudad prehispánica en el centro de la República de El Salvador, la cual no había podido conocer. En el año de 1925, el arqueólogo norteamericano Samuel Lothrop levanta un plano del Centro Ceremonial Poniente, a su vez que el arqueólogo salvadoreño Antonio Sol investiga la misma área y realiza excavaciones en la pirámide P-7 e investiga el único sector conocido de Cihuatán. En 1954 Stanley Boggs, nieto del presidente Warren G. Harding y fundador de la arqueología científica de El Salvador, promueve la protección e investigación científica de los sitios arqueológicos salvadoreños, gracias a lo cual el gobierno salvadoreño compra los terrenos en que se encuentra Cihuatán y lo declara Monumento Nacional en 1977.
En 1975 Karen Olsen Bruhns de la Universidad Estatal de San Francisco, inicia investigaciones en Cihuatán. William Fowller, de la Universidad de Vanderbilt, y graduado de la Universidad de Calgary, limpia el Centro Ceremonial Poniente y excava algunas estructuras. Este proyecto tenía como finalidad conocer la vida diaria de los antiguos habitantes de Cihuatán. Localizaron 181 estructuras al sur del Centro Ceremonial. En 1977, estudiantes de la Universidad Estatal de San Francisco y voluntarios del Earthwatch, excavan la plataforma de una casa humilde, un grupo doméstico de élite y una bodega en el Centro Ceremonial Oriente. El año siguiente se excavaron un edificio en la Terraza Poniente (P-16), una plataforma ceremonial también asociada con la Terraza Poniente (P- 22) y un barrio pequeño al oeste de la Terraza Poniente. A la vez, el reconocimiento y mapeo del sector sur localizó 110 edificios en esta área. Se levantó un plano nuevo y más detallado del Centro Ceremonial Poniente y el primer plano del Centro Ceremonial Oriental. En 1979, Jane kelly y estudiantes de la Universidad de Calgary levantan un plano y excavan en la Hacienda de San Dieguito, concluyendo con esto que Cihuatán fué una ciudad multicultural.
No sin un dejo de tristeza en su expresión, Raulito comenta que debido al conflicto armado que estalló en El Salvador en los años 1980´s, las investigaciones en este lugar se suspendieron y se reiniciaron hasta el año de 1993, en que Olsen Bruhns y Manuel López limpian el sur del sitio, encontrando un gran número de estructuras. A lo largo de todas estas investigaciones, han se obtenido los siguientes datos:
La ciudad fue construida y habitada, entre los años 900 y 1200 d.C. Posiblemente al principio fue habitada por pobladores de sitios del periodo clásico como San Andrés. Sus pobladores eran indígenas de diferentes grupos étnicos (mayas, lencas, pipiles, etc). Este es considerado como uno de los mayores sitios arqueológicos de El Salvador, con una extensión estimada en unos tres kilómetros cuadrados, situado en una loma, en un área rodeada por ríos en las cercanías del volcán de Guazapa. Estos datos si se los creo.
Cihuatán se construyó en una loma baja en la parte central del valle del río Acelhuate. Aparentemente se seleccionó el lugar por su posición, clave en el control del tráfico entre el Mar Caribe, Honduras, los valles florecientes y la llanura costera de El Salvador. El Centro Ceremonial Poniente se cerco por un muro, el cual probablemente sostuvo un palenque de madera. El nombre de Cihuatán significa "Lugar de la Mujer", nombre dado por creerse ver la silueta de una mujer ("cihua" en la lengua Pipíl ) acostada a lo largo de la loma del volcán de Guazapa y que se puede observar desde la plaza principal del Centro Ceremonial Poniente. Confieso que esta escena de la naturaleza ( el de la Cihua) ejerce en mi un efecto casi hipnotizante, pues el entorno de la plaza, sembrado por árboles de morro y la mística del lugar así lo permiten o lo inducen.
En el centro de la ciudad se encuentran los centros ceremoniales con sus pirámides, juegos de pelota, palacios, y otros edificios tanto cívicos como religiosos. Al lado oeste del muro se encuentra la Terraza Oeste, área en la cual probablemente se encontró el mercado central de la ciudad. Al este, al otro lado de una barranca, se encuentra el Centro Ceremonial Oriental.
Las plataformas de los centros ceremoniales fueron construidas de lajas delgadas de Talpuja (un tipo de toba volcánica), las cuales cubrieron un núcleo de barro. Las estructuras sostenidas por las plataformas se construyeron de bajareque (ramas de árbol u otras plantas cubiertas con barro) con techos de palma. Las plataformas y los edificios fueron pintados de colores brillantes como rojo y turquesa. Incensarios inmensos, del tipo Las Lajas, de mas de 1m de altura y con la forma de un reloj de arena, se colocaron en las esquinas de las plataformas ceremoniales, a los lados de las anchas escaleras.
Se distinguen barrios diferentes, cada uno con su propio grupo de edificios ceremoniales. Se sabe de la existencia de unos siete de estos centros ceremoniales subsidiarios y es posible que existan otros más. Solamente se han investigado los del barrio de San Dieguito, al norte de la ciudad.
El centro de Cihuatán se divide en la Terraza Oeste y en dos Centros Ceremoniales. El centro ceremonial Oriente, que ha sido escasamente investigado, comprende: La Acrópolis, El Palacio de los Señores de Cihuatán, que era la sede del gobierno de la ciudad, y varias estructuras residenciales y ceremoniales. El único Palacio Real descubierto hasta la fecha, en el sitio arqueológico de Cihuatán, fue construido con tendencia arquitectónica mexicana y es testigo de la influencia arquitectónica de pueblos prehispánicos que habitaron en el centro de México y que posiblemente emigraron hasta tierras salvadoreñas, donde dejaron evidencia de su construcción. Con las excavaciones iniciadas en 2005 se comprobó que el enorme edificio tenía una extensión de 2 mil 500 metros cuadrados, tenía un techo plano de azotea, sostenido por gruesas columnas de adobe, comprendía una enorme sala techada que medía 40 metros, y otros espacios pequeños que podrían haber sido las habitaciones. Menciona Raúl que fué Paúl Amaroli el primero en decir que para ver edificios similares había que ir al Valle de Oxaca, donde había algunos que tal vez se le podían comparar a este palacio sin igualarlo en dimensiones, el se ríe y yo no puedo evitarlo también. Entre las características particulares que señalan la influencia mexicana están los fragmentos hallados de gigantescos discos y almenas, los cuales eran colocados como adornos en las fachadas de los palacios. Paul Amaroli indicó que la estructura data aproximadamente del 950 - 1000 d. C., pertenece al postclásico temprano y tenía tres niveles. En el lugar vivía el gobernador con su familia, y además era ocupado para celebrar audiencias y otros asuntos oficiales.
Además del centro ceremonial oriente está el centro ceremonial Poniente donde se han realizado la mayoría de investigaciones. Comprende dos juegos de pelota, la pirámide principal P-7, un palacio (probablemente del sacerdote principal, ya que este se encuentra en el lado sur de la pirámide principal P-7), así como varias estructuras, que eran utilizadas para propósitos ceremoniales; el centro ceremonial poniente se encuentra rodeado por un muro, las estructuras centrales del centro ceremonial se encuentran entre dos terrazas y el juego de pelota oeste inicia a partir del muro. En la parte norte se encuentra el Juego de pelota Norte y en el centro, frente a la pirámide principal o P-7, se encuentra un templo circular con un piso adosado al frente en forma trapezoidal. Edificio, piso y patio, están hechos de cantos rodados. Este templo, por su forma, fué dedicado tal vez al culto de Ehécatl-Quetzalcóatl.
En las estructuras piramidales fué común el uso del talúd-tablero, y en estas, así como en los palacios y algunas plataformas, se utilizaron escalinatas amplias con alfardas muy anchas, las cuales en su parte superior terminan en Dados, elemento muy común en la arquitectura del postclásico en el centro de México, así como las murallas que delimitan a los centros ceremoniales y que recuerdan a los Coatepantli que delimitan los espacios sagrados en Tula, Tenayuca y Tenochtitlan.
Las casas de los macehuales se encuentran alrededor de los dos centros ceremoniales mayores. Estas eran muy parecidas a las casas modernas tradicionales de la misma región de El Salvador. Se construyeron de bajareque (armazón de palos cubiertas de barro), adobes, o piedra con mortero de barro. Las casas se erigieron sobre una plataforma baja rectangular hecha de cantos rodados, rellenada con una mezcla de barro y piedras más pequeñas. La parte de encima, el piso de la plataforma y la casa, se formaron de un nivel de piedras pequeñas cubiertas con una capa de barro duro. Hasta el presente se construyen los pisos de las casas campesinas de esa manera. Las casas tenían muros bajos de menos de un metro de altura. Tenían techos de dos aguas muy grandes hechas de palma formando una buena protección contra las tormentas y vientos fuertes. Estas casas quedaron secas a pesar del clima. Aunque las casas investigadas son similares en su modo de construcción, algunas diferencias en la ubicación de los edificios formando un solo hogar, indicaron que Cihuatán era una ciudad multi-étnica. Algunas de las casas se colocaron alrededor de un patio central a la manera típica de los Mayas. Otras casas se encuentran ubicados en una fila a lo largo de una terraza como se ve en las aldeas Lencas o Xincas.
A la cerámica de Cihuatan se la denomina Fase Guazapa, se encuentra en gran parte de lo que hoy son los departamentos de San Salvador, La Libertad y Cuscatlán. Las cerámicas principales de la Fase Guazapa son: la cerámica Mixteca Puebla, la cerámica Tohil Plomiza y la cerámica Nicoya polícroma. Cihuatán estaba muy influenciada por las ciudades de Tula y Chichen Itzá, además tuvo comercio con sitios de Veracruz en México, con los Mayas de Guatemala y otras culturas en Nicaragua y Costa Rica. En este lugar es común encontrar en el camino navajillas prismáticas y lascas de obsidiana, que por su color y composición, parecen provenir de la Sierra de las Navajas en México y el Chayal en Guatemala, según observaciones de Guillermo, quien es especialista en obsidianas.
Quizás los soberanos de Cihuatán pertenecían a una dinastía nueva la cual subía del colapso de los estados mayas de El Salvador y Honduras. Los líderes, la clase alta y los ciudadanos de Cihuatán eran gente de grupos étnicos diferentes viviendo juntos en una ciudad nueva para fines tanto comerciales como defensivos.
Cihuatán era una ciudad poderosa y próspera. Pero en el año 1200 d. c., fue destruída totalmente debido a las guerras y conflictos de la época provocados por la caída y el abandono de Tula. La ciudad se quemó con tan rapidez que la gente dejó todas sus pertenencias en los pisos de sus casas y patios. En el Centro Ceremonial Poniente todos los incensarios se encuentran quebrados en las gradas, lo que indica una tentativa de profanar los templos o una señal del desacato de los invasores contra los dioses y el gobierno de Cihuatán. No se sabe quienes eran los invasores, solamente que tuvieron éxito. Se abandonó Cihuatán y la selva regresó para cubrir nuevamente los restos de la ciudad. El mismo destino tuvieron las otras ciudades que se encontraban bajo el dominio de Cihuatán, como Las Marías, Santa María, Mucuyo, Monte Redondo y La Esmeralda.
Dejamos Cihuatán con una última mirada hacia la Cihua (mujer del volcán) y lanzando un suspiro con la promesa de regresar, ya que la belleza y el interés por la historia del lugar, casi nos impide retirarnos, pero Raulito ya nos tiene otras sorpresas para conocer en su bello país.

El entorno natural y el espacio cultural de Cihuatán.





Plano del Centro Ceremonial Poniente en Cihuatán.




















La "Cihua" o mujer, descansando sobre el Volcán Guazapa. Esta forma natural del volcán es quizá la que da nombre a Cihuatán: Lugar de la mujer.
















Templo redondo en la Plaza Mayor, dedicado tal vez a Ehécatl-Quetzalcóatl.
















La Pirámide Mayor o P-7, de la que alguna vez se dijera que era mas grande que las de México.















La Plaza Mayor con el Volcán Guazapa al fondo.

Estructuras arquitectónicas de Cihuatán.







Con Raúl Menjívar (uno de mis mas grandes amigos en y mi guía por este, su pais) sobre la Pirámide Mayor P-7 de Cihuatán. Al fondo el Juego de Pelota Norte.














Juego de Pelota Norte


















Dados sobre las alfardas que delimitan la escalinata de acceso al Cabezal Sur del Juego de Pelota Norte.















Con Guillermo Chocano en el Juego de Pelota Norte.

Elementos arquitectónicos y materiales arqueológicos















Juego de Pelote Poniente.















Cerámica tipo Guazapa.














Muro que rodea el espacio sagrado en el Centro Ceremonial Poniente, similar al Coatepantli.







Brasero Bicónico tipo Las lajas.









Figurilla de barro: Perrito con ruedas.